Hace unos días celebrábamos con júbilo el "tradicional" día de Andalucía. En las pedanías y barriadas rurales jerezanas se ofrecían por doquier platos de paella o sardinas y cervezas gratis a vecinos y visitantes, lo que terminó resultando un bonito día de convivencia.Pero Andalucía es más que eso.
Hoy todos los periódicos, locales y nacionales, abren sus portadas con los resultados electorales de los comicios autonómicos de dos comunidades: Galicia y País Vasco.
¡Como para no enterarse! Llevamos semanas de debate enterándonos de las necesidades y problemas de estos pueblos, anoche programas especiales y hoy los resultados en todos los telediarios y noticieros varios. Mañana vendrán dimisiones, conclusiones, propositos de enmienda... y de cualquier modo... Galicia y País Vasco habrán ganado pues han acaparado toda la atención de los españoles fortaleciendo su democracia.
¿Para qué sirve la democracia si no hay debate?
Pues así está Andalucía, sin debate, desde que el "el hombre que se sucede a sí mismo", Manuel Chaves, y su sequito de sesudos descubriesen que hacer coincidir las elecciones autonómicas en nuestra tierra con las generales provocarían un arrastre y unos beneficios para el partido del capullo.
Aquí se habla que si ZP, que si Rajoy, que si cuando el Felipe, que si cuando el del bigote... y Andalucía se quedó, politicamente hablando, con una mano atrás y otra delante: sin debate, sin portadas, sin especiales... ¿Para qué unas elecciones?
Sólo Andalucía hace coincidir sus elecciones con las generales. ¡Sólo Andalucía!
No les envidio a los vascos y gallegos sus políticos o sus partidos, pero sí sus fechas en el almanaque, pues me cuesta creer que dichos pueblos permitan algún día una coincidencia de "sus" elecciones con las de todos y mezclar así churras con merinas.
Mi peticíon a los señores del gobierno andaluz es clara: Elecciones Propias.
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