Las entidades sobreviven como pueden ante la rebaja de las transferencias desde hace más de año y medio
Si el Ayuntamiento matriz está llevando a cabo numerosas fórmulas, planes y recetas con un esfuerzo titánico para ahorrar gastos y tratar de sobrevivir, las siete entidades locales autónomas jerezanas no le van a la zaga. Es más, como sostiene la práctica unanimidad de los alcaldes pedáneos, su cinturón de austeridad no tiene más agujeros. La crisis y el recorte de transferencias por parte del Consistorio jerezano están obligando a las pedanías a ahorrar a la fuerza y lo que en el municipio matriz es un Plan Integrado de un centenar de folios, en la zona rural es un día a día plagado de incertidumbre.
El alcalde de Torrecera, Manuel Bertolet, lo resume de manera muy nítida: «La realidad de la que partimos nosotros es totalmente diferente a la del Ayuntamiento de Jerez, ya que prácticamente hemos nacido con precariedad de recursos». Eso significa que los regidores pedáneos se han convertido, a su juicio, «en profesionales del ahorro, porque siempre nos hemos gestionado en la miseria». Situación que ha empeorado debido a que «la irresponsabilidad de los administradores del Ayuntamiento de Jerez ha convertido esto en un pozo sin fondo».
En concreto, «Torrecera no gasta más de lo que le pertenece; el problema es que lo que nos pertenece no nos llega, si no tendríamos incluso una economía saneada». Y es que el recorte de las transferencias es para Bertolet el centro del que parten todos los males, «lo condiciona todo». La coyuntura ha empeorado incluso desde hace poco más de un año, «ya que con el dinero que nos llega solo podemos atender prácticamente el pago de las nóminas» de los empleados.
Ni eso: «Más solidarios no podemos ser, porque a día de hoy nuestros trabajadores han cobrado menos que los de Jerez, apenas 290 euros». «Bastante solidarios somos ya -recalca Bertolet- que permitimos que nos transfieran menos de lo que nos corresponde». Ello repercute en numerosos frentes: cuesta trabajo mantener el alumbrado y apenas se pueden llevar a cabo reparaciones; los proveedores no cobran y llaman al alcalde por teléfono; y las ayudas a familias que lo están pasando mal han tenido que dejarse de prestar.
Por no hablar del alumbrado navideño, que ha quedado reducido a la mínima expresión. «Y nuestros vecinos pagan los impuestos religiosamente», se queja Bertolet.
El de La Barca, Alejandro López, es el único alcalde con las mismas siglas que el gobierno jerezano. El popular señala que «estamos afrontando la crisis recortando al máximo los gastos» y tirando de mucha imaginación para tratar de hacer «incluso más que antes» con menos, aunque reconoce que la situación está afectando. El gasto de la feria, por ejemplo, se ha visto reducido a la tercera parte y los concejales han tenido que arremangarse y trabajar para que el evento pueda funcionar.
En cuanto a la cabalgata de Reyes, «compramos los materiales y la hacemos nosotros, gracias a que por ejemplo un concejal es carpintero», señala. Otros pilares del ahorro que se está llevando a cabo son: menos gasto energético y de teléfono; menor contratación de eventuales y «solo para trabajos que estén asignados»; control de todas las compras que se llevan a cabo, etc.
«Cuando empiecen a llegar las transferencias, podremos poner en marcha numerosos proyectos que tenemos pendientes para que la gente no se siga yendo de La Barca», explica. De momento, con poco, «estamos realizando algunas cosas que llevaban años sin hacerse como señalizaciones, arreglos, limpieza de colegios»...
Especialmente críticos se muestran los tres alcaldes socialistas: Javier Contreras (Nueva Jarilla), Miguel Morales(El Torno) y Antonio Ramos (San Isidro), a quien no se le puede achacar que no se quejara durante la pasada legislatura cuando gobernaba el PSOE en el Ayuntamiento matriz.
«Nosotros no tenemos que hacer nada para ahorrar, puesto que el Consistorio jerezano nos ingresa un 10% de lo que nos corresponde», resume Ramos. La dieta, por tanto, es forzosa. Una de las consecuencias es que el alumbrado no se ha montado, «aunque por lo menos hemos querido seguir manteniendo los Reyes a los niños». Con otras fiestas, como la feria, ha pasado lo mismo, aunque tratando de dar el mejor servicio: «Cuando no hay jamón, buena es la mortadela», explica él mismo.
En Nueva Jarilla, «más ajustados no podemos ir; ya vamos al milímetro y al céntimo», señala Javier Contreras. «Con el presupuesto que tenemos, tendríamos en teoría que dejar de prestar servicios, aunque sobrevivimos como podemos con subvenciones de otras administraciones», añade.
Este pozo sin fondo se remonta a hace más o menos año y medio y «nos vemos obligados a hacer la mitad de lo que hacíamos». Sin olvidar que los problemas con la compañía Endesa y los cortes de luz son continuos, por lo que hay hasta cuatro locales con el suministro interrumpido.
Respecto a la limpieza, también se ha visto mermada ya que «solo tengo para un funcionario que se encarga de todo el pueblo». Por último en cuanto a las fiestas, el alumbrado se ha recortado notablemente y la cabalgata será «superaustera».
Casi sin plantilla
Una situación que se da también en El Torno, donde se debe incluso dinero a la empresa de caramelos. Miguel Morales critica que «en Jerez no se privan de nada, cuando aquí los proveedores te buscan en tu casa o en el Ayuntamiento». Todo ello ha provocado que «lo estemos pasando muy mal». En el caso del personal la situación es kafkiana: de tres trabajadores, uno se ha ido y el otro está de baja, por lo que «he tenido que hacer que el que estaba de vacaciones viniera antes de tiempo. Esto es de vergüenza», remata el alcalde pedáneo.
Tampoco se puede prestar ayuda a las familias que lo están pasando mal, a través por ejemplo de vales para supermercados como se hacía antes. «Eso me preocupa incluso más que no poder pagar la luz a Endesa, cuando mañana o pasado no podré hacerlo porque no tengo dinero».
Las ayudas sociales también ha tenido que suprimirlas Guadalcacín, donde gobierna Nieves Mendoza, de Unión Rural Jerezana. Tampoco sabe si podrá pagar la extra a sus trabajadores, aunque hasta el momento no ha habido problemas en este ámbito.
En cuanto a los servicios, ha tenido que reducir la contratación de eventuales para limpieza y otras labores; y las fiestas también sufrirán el efecto de la crisis.
Blas Moreno (PA), en Estella, es otro afectado por todos estos problemas: «En teoría no deberíamos ni abrir el ayuntamiento, porque no hay dinero en el banco y abrir ya es un gasto».
1 comentario:
Se les deberian de caer la cara de verguenza a la delegada de la zona rural y a su alcaldesa,los Reyes Magos,algo que ilusiona tanto a los niños,en la Barca casi ni se vieron,iban ligeritos de velocidad y de regalillos,caramelos ,etc,para esos niños que sueñan con la cabalgata.
Entiendo que no hay muchos medios y se el por que.Viendo Andalucia directo salio la cabalgata de Jerez y vaya,vaya lo que iban echando a los niños,a puñados los regalos.A esto no hay derecho,segun la constitucion todos somos iguales y tenemos los mismos derechos,pues que se dejen de limosnas ya y nos den lo que nos corresponda no las migajas que a ellos les sobran.
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