Las comisarías pedáneas funcionarán desde el martes «de una forma u otra»

lavozdigital.es

Martínez insiste en que el dispositivo se pondrá en marcha y hoy consensuará de qué forma se designará a la plantilla

«Las comisarías rurales estarán funcionando el día 1 de septiembre de una manera o de otra». Es la sentencia que la delegada de Seguridad y Movilidad, María del Carmen Martínez, pronunció ayer a falta tan sólo de cinco días para que llegue la fecha elegida a pesar de que aún no se ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos policiales sobre qué agentes deben atender este nuevo servicio de seguridad en las pedanías.
«Hemos pedido agentes voluntarios y solamente han salido dos por lo que articularemos otro sistema -que ahora no será voluntario- pero que consiga que todos estemos lo más satisfechos posible», continuó ayer la titular del área. Así, a las diez de la mañana de hoy están convocados los representantes de los trabajadores y el jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales, para consensuar una fórmula de designación del personal que formará parte de las nuevas patrullas. «Queremos que los policías vayan a gusto a realizar un trabajo que tienen que hacer como en cualquier otro barrio de la ciudad», recalcó Martínez.
Lo que está claro es que el dispositivo que eligieron los siete alcaldes pedáneos (Torrecera, El Torno, Estella del Marqués, Guadalcacín, Nueva Jarilla, San Isidro del Guadalete y La Barca) se hará realidad en menos de una semana. Este nuevo sistema, que tiene como objetivo reforzar la seguridad de las pedanías y barriadas rurales, contará con una dotación de cuatro scooters (dos para Guadalcacín y otras dos para La Barca) y dos coches-patrulla (uno para cada oficial de las dos zonas en las que se ha dividido la campiña jerezana). La intención de los alcaldes es recuperar un servicio que se eliminó hace unos años.
Plantilla
En total, serán 18 los funcionarios policiales que atiendan estos dispositivos en la zona rural. A las dos pedanías con mayor población (que son las de Guadalcacín y La Barca) les corresponden cuatro policías locales mientras que el resto de núcleos estarán atendidas por dos funcionarios, además de los dos oficiales encargados de coordinar a las patrullas.
Por su parte, el Sindicato Independiente de la Policía (SIP) se ha mostrado en desacuerdo con la instalación de comisarías en las siete pedanías desde el principio. Entre otros motivos, argumentan que las condiciones laborales no serán adecuadas. Es el caso, por ejemplo, de la dotación de vehículos: «Excepto en Guadalcacín y en La Barca, el resto de los agentes tendrán que prestar el servicio a pie», indicaron a este periódico. También alertan del peligro que supone que solamente una pareja se haga cargo de un núcleo de población «porque asumen un riesgo. Igual no ocurre nada en semanas que sucede algo grave», señalaron.
El hecho de que solamente dos policías locales se hayan prestado voluntarios para formar parte de este nuevo retén rural es la respuesta al «poco interés» que ha suscitado la propuesta entre los trabajadores, según los representantes sindicales. La única facilidad que han conseguido los agentes es que se les abone el kilometraje que tienen que hacer con sus vehículos hasta sus nuevos lugares de trabajo pero las reivindicaciones van más allá: «Pedimos que se nos traslade desde la comisaría de El Almendral hasta las pedanías, sin tener que disponer de nuestro coche», insistieron.