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Una semana después de que el nuevo modelo de la Policía Local en las pedanías jerezanas comenzara a funcionar de forma oficial, en la mayoría de éstas los agentes ya se han incorporado a sus puestos. Eso sí, salvo en el caso de La Barca de la Florida, ninguno de ellos lo hizo el martes, sino a finales de semana por problemas para cuadrar los turnos, dado que parte de estos funcionarios se encontraban aún de vacaciones. No obstante, hay casos como el de Estella del Marqués donde su alcalde, Blas Moreno, aún no ha visto a ningún policía local ni ha sido informado por parte de la delegada de Seguridad y Movilidad, Carmen Martínez, del porqué de esta tardanza.
El ambiente entre los alcaldes pedáneos es de satisfacción, aunque contenida, dado que una vez que por fin los efectivos se presentaron en la zona (la pasada semana se quejaban a este periódico de no tener ninguna noticia al respecto), sus preocupaciones se centran ahora en el futuro, dado que son conscientes de que el hecho de que los agentes no trabajen todos los días del mes les deja sin cobertura la mitad de éste. Así lo explicó a este periódico el alcalde de El Torno, Miguel Ángel Morales, una de las pocas pedanías que no ha tenido problemas desde principio dado que la pareja de funcionarios que le correspondía se había ofrecido voluntaria. No obstante, como señala, aunque el nuevo sistema impulsado desde el Ayuntamiento matriz da más presencia física a la Policía Local en la zona rural, también es “insuficiente”, lo que no quiere decir que en el pueblo sus habitantes no estén más contentos. “Vamos a tener días, mañanas o tardes en los que no se va a cubrir el hueco de los policías”, critica Morales, que entiende que esta cuestión ha de solucionarse para que la zona esté siempre vigilada.
satisfacción a medias
En Torrecera, al igual que en el resto de pedanías, su alcalde, Manuel Bertolet, ha cumplido con su cometido y ha tenido a tiempo listo el despacho y el armero para que los agentes depositen sus enseres, por lo que, como explica, la labor de los efectivos se centra sobre todo en “familiarizarse”con el pueblo y sus principales problemas, además de organizar los cuadrantes para que en la pedanía puedan saber aproximadamente los turnos en los que contarán con la presencia fija de los policías. “Hay buena predisposición de trabajar, por lo que ahora yo mismo los estoy acompañando para mostrarle los puntos donde hay más vandalismo y donde hay que estar más pendiente”, señala.
En Nueva Jarilla, el balance es positivo, especialmente porque el que dos agentes tengan allí sus destinos contribuye a “ahuyentar el vandalismo”, en un modelo de la policía municipal que, en palabras de su alcalde, Javier Contreras, “empieza a parecerse al modelo que teníamos siempre”. Eso sí, al igual que sus compañeros, cree que el nuevo sistema “tendrá que ser mejorado todavía más con el tiempo”.
Más contundentes se muestran desde el seno del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP), la sección mayoritaria en el seno del 092, donde vaticinan “muchos problemas” debido a la “falta de planificación” y al hecho de que, según denuncian, “no hay un proyecto bien elaborado”.
En este sentido, entienden que la propuesta del Gobierno local dista mucho del modelo antiguo del 092 en la zona rural que los alcaldes pedáneos reivindicaban e insisten en que estos puntos se quedará
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