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"El político se ha olvidado de oír a la calle"
-¿De dónde le viene a usted su vocación vecinal?
-LLevo en este mundillo desde los 21 años. Empecé a formar parte del Ayuntamento de Torrecera y desde entonces he ocupado distintos cargos, hasta que un día me presenté a alcalde. Me ofrecieron formar parte del Ayuntamiento y me sedujo.
-¿Cuál es la queja más común de los vecinos de su zona?
- La falta de servicios y de medios de los que viven en el mundo rural. Los servicios básicos, es la queja más común, a parte de la coyuntura actual por la falta de trabajo. Gente que en un día se vieron refugiados en el sector de la construcción y que les ha cogido la crisis de lleno.
-¿Cómo debe ser una asociación de vecinos para que pueda ser considerada como la mejor?
- Debe haber un órgano democráticamente elegido, y que trabaje por aquello que le encomiende una asamblea general. Y que en la junta directiva vayan todos a una. No siempre es fácil pero existen asociaciones muy buenas y que lo hacen muy bien. También es importante que sean lo más apolíticas posible.
-Haga un balance del movimiento asociativo jerezano
- La verdad es que no estoy muy informado, salvo por lo que veo a través de los medios. Creo que es bastante fuerte, pero no tengo un conocimiento profundo. Del de Torrecera sí puedo decirle que me enorgullece, ya que hay 14 colectivos, con mucha dinámica y muy participativo en la vida política del pueblo.
-¿Qué le cuesta dedicarse a los vecinos?
- No miro mucho lo que cuesta porque en todo esto hay un poco una labor altruista, que se da por hecho cuando uno se presenta. Se sacrifica tiempo, la familia muchísimo y el estar en la calle implica un gasto económico adicional. La dedicación es de 24 horas durante siete días a la semana, pero es intrínseco al cargo, sobre todo en pueblos pequeños en los que el alcalde está para todo. Pero no nos podemos quejar.
-¿Cuál ha sido su momento más feliz como representante vecinal?
-Ninguno en concreto y muchos. Cuando se resuelve algún problema a los vecinos o se consigue algún logro como una inversión, un taller de empleo que va a repercutir en 20 familias o un servicio demandado por los vecinos, es lo único gratificante.
-¿Y el peor momento?
- La impotencia cuando hay que hacer frente a un problema y ves que no tienes medios suficientes.
-¿Qué opinión le merece la distribución de Jerez en distritos?
- Tiene su parte positiva si está bien organizado, bien explicado a la ciudadania y hay una vertebración para acercar los ayuntamientos a los ciudadanos. Pero en últimos, años en ciudades grandes quizás se han alejado, se han convertido en macroempresas y los ciudadanos no tienen acceso al alcalde. Espero que esto vuelva a ser como antes.
-¿Al político hay que darle la lata?
- Se le debe dar la lata, porque si ha perdido la referencia, hay que exigirle que cumpla los compromisos, que no son solo en campaña electoral. A todos los políticos se les llena la boca en campaña y si hay que exigirle para que cumplan, pues se les debe exigir.
-¿Es cercano el político?
- El de los últimos años no. Se ha vuelto inaccesible, ha perdido la realidad de lo que le rodea y se ha alejado mucho de los problemas cotidianos y de oír a la calle.
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