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Los siete alcaldes de la zona rural estudian elevar al Defensor andaluz el estado de asfixia económica que padecen · No descartan incluso cerrar los ayuntamientos
Redacción / Jerez | Actualizado 26.04.2012 - 01:00 
Manuel Bertolet y Antonio Ramos, alcaldes de Torrecera y San Isidro.
Los alcaldes de las siete pedanías jerezanas -La Barca, Guadalcacín, Estella, Nueva Jarilla, San Isidro, Torrecera y El Torno- mantuvieron ayer un encuentro en San Isidro para analizar la "terrible situación" que atraviesan en la actualidad.
Dada la asfixia económica que afecta a estas siete entidades locales autónomas (ELA), los alcaldes pactaron de forma verbal que se solicite al Ayuntamiento de Jerez que los dos próximos meses baje las transferencias que destina a las dos ELA más grandes (La Barca y Guadalcacín) y de esta forma se pueda transferir algo a las más pequeñas, localidades que se encuentran en la actualidad sin poder hacer frente a prácticamente ningún pago.
La sensibilidad de estas grandes pedanías al respecto fue realmente destacable, destacaron a este medio los primeros ediles de Torrecera, Manuel Bertolet, y San Isidro, Antonio Ramos.
Fue Bertolet quien destacó a este periódico que Jerez no se percata del estado "tremendo" en que se encuentran sus ELA. "La situación económica es tal que la mayor parte de nosotros no puede hacer lo que cabría señalar como 'nuestros deberes'. No podemos pagar la luz ni el agua ni las nóminas. Nada de nada".
La 'puntilla' para los ayuntamiento de la Zona Rural de Jerez se resume en dos palabras: créditos ICO. El hecho de que estos ayuntamientos se hayan quedado fuera de la línea abierta por el Instituto de Crédito Oficial "nos ha dejado en tierra de nadie", destacaron tanto Ramos como Bertolet, quienes añadieron que "en esta tesitura va a ser imposible pagar a proveedores. Si a ello le unimos que no se nos pagan las transferencias el mensaje que recibimos es claro: "Debéis cerrar vuestros ayuntamientos". Al menos así lo entendemos".
El alcalde de San Isidro, Antonio Ramos, señala que uno de sus grandes temores pasa porque la compañía suministradora de energía eléctrica, Endesa, "decida un día pasarse por el pueblo y llevarse los contadores lo que provocaría un gasto enorme cuando tuviéramos que contratar de nuevo el servicio".
Los alcaldes de la pedanías consideran que, una vez dejados fuera de la línea ICO, la solución pasa por dos asuntos: de un lado que el Ayuntamiento matriz establezca un calendario de pago de las cantidades que adeuda a la Zona Rural y, de otro, solicitar a las dos mayores pedanías que durante dos meses cedan parte de sus transferencia a las más pequeñas". Igualmente, los alcaldes se mostraron dispuestos a llevar el caso que les afecta tanto a la Consejería de Gobernación (una vez que se nombre consejero) y de otro denunciar la situación ante el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.
Si ninguna de estas cuestiones ayudara a solventar sus problemas los alcaldes tienen muy claro que "acabaremos cerrando nuestros ayuntamientos porque cuando te cortan el grifo es imposible trabajar y mucho menos prestar un servicio decente a tus conciudadanos".
Otro aspecto que los alcaldes destacaron fue que "en este tipo de reuniones dejamos de lado los colores políticos pues lo que anteponemos ante todo son nuestros vecinos. Incluso Alejandro López (alcalde popular de La Barca) lo ha entendido porque sabe que estamos asfixiados perdidos".
Dada la asfixia económica que afecta a estas siete entidades locales autónomas (ELA), los alcaldes pactaron de forma verbal que se solicite al Ayuntamiento de Jerez que los dos próximos meses baje las transferencias que destina a las dos ELA más grandes (La Barca y Guadalcacín) y de esta forma se pueda transferir algo a las más pequeñas, localidades que se encuentran en la actualidad sin poder hacer frente a prácticamente ningún pago.
La sensibilidad de estas grandes pedanías al respecto fue realmente destacable, destacaron a este medio los primeros ediles de Torrecera, Manuel Bertolet, y San Isidro, Antonio Ramos.
Fue Bertolet quien destacó a este periódico que Jerez no se percata del estado "tremendo" en que se encuentran sus ELA. "La situación económica es tal que la mayor parte de nosotros no puede hacer lo que cabría señalar como 'nuestros deberes'. No podemos pagar la luz ni el agua ni las nóminas. Nada de nada".
La 'puntilla' para los ayuntamiento de la Zona Rural de Jerez se resume en dos palabras: créditos ICO. El hecho de que estos ayuntamientos se hayan quedado fuera de la línea abierta por el Instituto de Crédito Oficial "nos ha dejado en tierra de nadie", destacaron tanto Ramos como Bertolet, quienes añadieron que "en esta tesitura va a ser imposible pagar a proveedores. Si a ello le unimos que no se nos pagan las transferencias el mensaje que recibimos es claro: "Debéis cerrar vuestros ayuntamientos". Al menos así lo entendemos".
El alcalde de San Isidro, Antonio Ramos, señala que uno de sus grandes temores pasa porque la compañía suministradora de energía eléctrica, Endesa, "decida un día pasarse por el pueblo y llevarse los contadores lo que provocaría un gasto enorme cuando tuviéramos que contratar de nuevo el servicio".
Los alcaldes de la pedanías consideran que, una vez dejados fuera de la línea ICO, la solución pasa por dos asuntos: de un lado que el Ayuntamiento matriz establezca un calendario de pago de las cantidades que adeuda a la Zona Rural y, de otro, solicitar a las dos mayores pedanías que durante dos meses cedan parte de sus transferencia a las más pequeñas". Igualmente, los alcaldes se mostraron dispuestos a llevar el caso que les afecta tanto a la Consejería de Gobernación (una vez que se nombre consejero) y de otro denunciar la situación ante el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.
Si ninguna de estas cuestiones ayudara a solventar sus problemas los alcaldes tienen muy claro que "acabaremos cerrando nuestros ayuntamientos porque cuando te cortan el grifo es imposible trabajar y mucho menos prestar un servicio decente a tus conciudadanos".
Otro aspecto que los alcaldes destacaron fue que "en este tipo de reuniones dejamos de lado los colores políticos pues lo que anteponemos ante todo son nuestros vecinos. Incluso Alejandro López (alcalde popular de La Barca) lo ha entendido porque sabe que estamos asfixiados perdidos".
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