lunes, 10 de enero de 2011

El resto de pedanías de Jerez advierten que están abocadas también al cierre

diariodesevilla.es
El anuncio de La Barca y San Isidro no coge por sorpresa a los alcaldes pedáneos, que dicen que deberán cerrar si este mes el Ayuntamiento jerezano no les paga
 
Roque Valenzuela posa ayer mientras cierra las puertas del Ayuntamiento de La Barca.
 
La noticia de que el alcalde de la pedanía de San Isidro, Antonio Ramos, cerrará las puertas del Consistorio si el martes no ha cobrado una transferencia del Ayuntamiento matriz de Jerez (Cádiz) que le permita pagar la luz, o que La Barca de la Florida hará lo mismo en breve si no puede pagarle el sueldo a sus empleados no ha cogido por sorpresa al mundo rural jerezano -consta de siete pedanías y 16 barriadas rurales-. Más bien todo lo contrario. La mayor parte de los ediles consideran que este problema iba a terminar dándose.

Manuel Bertolet, alcalde de Torrecera, asegura que la situación en la que está su ayuntamiento "es dramática. Tanto Roque (alcalde de La Barca) como Antonio (de San Isidro) no mienten cuando dicen que la situación está fatal. Es tal y como la cuentan". Para Bertolet, "todo esto es consecuencia de una mala gestión. Los ayuntamientos de la zona rural estamos consiguiendo a duras penas mantener unos servicios mínimos". A Torrecera se le adeudan en la actualidad algo más de 150.000 euros. "Hay que tener en cuenta que nosotros, por ley, debemos prestar una serie de servicios obligatorios, pero somos rehenes de la voluntad de Jerez y nos estamos viendo imposibilitados para ello. Que a nadie se le ocurra acusarnos de dejación cuando, por impago, seamos incapaces de atender a nuestros vecinos", profiere el alcalde de Torrecera.

¿Cómo se trabaja casi sin dinero? "Pues por ejemplo -dice Bertolet- aviándotelas para que el alumbrado no te cueste nada. A nosotros nos lo ha hecho la empresa de siempre que nos ha montado media docena de dibujos en la calle. Otras actividades se han visto mermadas y la cabalgata se celebró con el material ya amortizado".

Si algo provoca verdadera irritación y enfado entre muchos de los alcaldes de la zona rural es el hecho de que "mientras nosotros estemos pendientes de ahorrar al máximo vaya el Ayuntamiento de Jerez y diga a bombo y platillo que a pesar de la crisis, se van a sacar más carrozas que nunca, nada menos que 19. Eso sólo tiene un nombre: irresponsabilidad. Es cierto que los niños no deben ser rehenes de la crisis pero se pueden hacer multitud de cosas sin derrochar".

El alcalde de El Torno, Miguel Ángel Morales, reconoce la gravedad de la situación por la que están atravesando los ayuntamientos españoles. "Yo siento mucho que La Barca y San Isidro anuncien el cierre de sus ayuntamientos porque son compañeros míos, pero la situación que padecemos en El Torno también es grave, pero no tanto como la suya". La causa de los impagos estriba, según el alcalde de El Torno, en que la capacidad recaudadora de Urbanismo ha caído en picado "y hacer frente a los gastos es prácticamente imposible. La alcaldesa, me consta, está haciendo un gran esfuerzo para dar una respuesta adecuada. Espero, y ese es mi deseo, que en enero se solucione todo este problema". Sobre la situación en que se encuentra su ayuntamiento, Miguel Ángel Morales destacó que "es grave, pero estaría muchísimo peor si yo cobrase de 25.000 a 30.000 euros al año como hacen otros. Yo le ahorro dinero a mi ayuntamiento".

Por su parte, el alcalde de Estella, Blas Moreno, destaca que desde el pasado mes de marzo "tan sólo se nos abonó la transferencia al completo en noviembre. Desde entonces, tan sólo se nos ha transferido lo suficiente para hacer frente a las nóminas y a los seguros sociales. Con esta tesitura han alcanzado con nosotros una deuda de unos 150.000 euros".

Para Blas Moreno, "esto era algo que todos sabíamos que iba a suceder. Es más que probable que todos lleguemos a esa situación porque habrá un momento en el que no podremos afrontar pago alguno. Ahora mismo no tenemos dinero líquido en el banco". Para todas las pedanías "el pago de las nóminas es lo primero y lo segundo desarrollar una economía de absoluto control de gasto, algo que seguimos a rajatabla y que ahora nos permite al menos mantenernos a flote".

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