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El impago del consistorio jerezano provoca que envíen a los empleados a sus casas · "Aquí sólo pasan frío porque nos cortaron la luz el día 28", denuncia Antonio Ramos
Los ayuntamientos de las pedanías jerezanas de La Barca de la Florida y de San Isidro han anunciado que cerrarán sus puertas si el Consistorio jerezano no procede a abonarles las transferencias que permiten pagar los sueldos a sus trabajadores. Los alcaldes de estos dos ayuntamientos, Roque Valenzuela y Antonio Ramos, han anunciado que el nivel de endeudamiento que padecen como consecuencia del impago municipal es tal que "a estas alturas es más rentable mantener cerradas las instalaciones que abrirlas a los vecinos, lo que conlleva una serie de gastos que no se pueden pagar".
Este cierre 'patronal' no supondrá, en ambos casos, que los respectivos alcaldes se vayan a casa, ambos permanecerán en sus puestos a pesar de que, como dice Antonio Ramos, los trabajadores irán a sus domicilios "porque aquí no hacen nada". A este respecto, cabe señalar que el Ayuntamiento de San Isidro permanece sin suministro eléctrico desde el pasado 28 de diciembre.
Roque Valenzuela, alcalde de La Barca, ha destacado que "obviamente, el cierre no tendrá las mismas características que las que podría provocar la clausura de una empresa privada, pero pese a ello sí que podemos llevar a cabo una serie de acciones para reducir al máximo los gastos. En estos momentos, abrir las dependencias supone ir engrosando un débito que no sabemos cuándo vamos a pagar porque el Ayuntamiento matriz no nos ingresa ni un solo euro". El alcalde de La Barca destaca que "la situación es superdelicada, ya que no podemos cerrar los ojos ante las necesidades de tantas familias que tienen en el Ayuntamiento de La Barca su único ingreso". Se refiere Valenzuela a un grupo de siete eventuales que son llamados por el Ayuntamiento de La Barca para trabajar entre 15 y 20 días al mes y unirse de esta forma a los 20 empleados de plantilla. "El dinero que ganan aquí es el único ingreso que tienen", recuerda el alcalde barqueño, quien apunta que "aunque en este ayuntamiento tengamos muy poco, pese a todo intentamos repartir al máximo lo que haya. Eso ha sido así hasta ahora, pero el Ayuntamiento de Jerez no nos paga y ha provocado una situación en la que ni siquiera podemos contratarles".
El alcalde de La Barca destaca que su principal deseo es que "Pilar Sánchez (alcaldesa de Jerez) y Carmen Martínez (delegada municipal de Medio Rural) me den soluciones, algo que van a hacer ya sea por activa o por pasiva, a pesar de que ni siquiera me descuelguen el teléfono y de que el tesorero municipal esté de vacaciones. No pueden seguir haciendo oídos sordos a esta situación".
La deuda del Ayuntamiento de Jerez con La Barca asciende, según Roque Valenzuela, a unos 400.000 euros en la actualidad. El impago ha provocado, de un lado, que una póliza de préstamo haya vencido, que se le deban la última nómina y la paga extraordinaria a los trabajadores, así como que la eléctrica Endesa "ya esté amenazando de nuevo con cortarnos el suministro eléctrico", algo que ya ocurrió el año pasado, cuando en el consistorio barqueño llegó a trabajarse a la luz de las velas. ¿Cuánto se le debe a Endesa? La pregunta la responde Valenzuela con una evasiva: "Debemos... hasta de callarnos. Ahora mismo le pagamos lo mínimo para mantener el suministro con la esperanza de poder liquidar la deuda en el futuro y ponernos al día de una vez".
En el Ayuntamiento de San Isidro la situación es incluso peor. Si en La Barca las contrataciones han dejado de realizarse en San Isidro se insta a los vecinos a que hagan fotocopias en la reproductora más cercana, la cual se encuentra a diez kilómetros de distancia. La fotocopiadora dejó de funcionar el pasado 28 de diciembre, hace ya once días, una vez que Endesa cortó el suministro por impago continuado de las facturas. "Al principio -relata Antonio Ramos, alcalde de la localidad- parecía una especie de broma macabra que había coincidido para colmo con el Día de los Santos Inocentes. Ahora, una semana y media más tarde, esto ha dejado de tener gracia si es que alguna vez la tuvo".
Ramos apunta que "mantener en sus puestos de trabajo a los empleados municipales es una tortura", ya que deben permanecer en el Ayuntamiento mirando a las paredes sin faena alguna que realizar, tras hacer el trabajo que pueden hacer a mano. "Es por ello por lo que les voy a mandar a todos a sus casas el próximo martes ya que aquí no pueden hacer nada. Además, aquí los pobres no hacen otra cosa que helarse de frío. Yo, como alcalde me quedaré al frente, más que nada porque es mi deber y porque mis vecinos me votaron para eso, para estar al frente".
Lo peor de esta rocambolesca situación es que "parece que este terrible asunto no importa a nadie, las pedanías de Jerez no le importan nada al Ayuntamiento matriz y menos aún a la alcaldesa ni a la delegada de Medio Rural. Puedo asegurar que a estas alturas ya ni pido que se me pague la deuda, sino que descuelguen el teléfono y se busquen soluciones. Somos conscientes de que atravesamos malos momentos, pero muchas veces se solucionan problemas con interés y sin poner dinero alguno".
La situación en San Isidro es tal que el pasado 5 de enero la localidad pudo disfrutar de una Cabalgata de Reyes porque "el alcalde y los vecinos pusimos el dinero para que los niños no se quedaran sin ella, algo que a todos nos parecía muy triste que llegara a suceder". Sus críticas se centran en la delegada de Medio Rural, Carmen Martínez, "que acudió a a ver la Cabalgata y ni siquiera hizo por verme", destaca el alcalde de San Isidro quien añade que hasta el ágape de la inauguración del Hogar del Pensionista "salió de mi bolsillo y el del concejal de Fiestas". La deuda que mantiene el consistorio jerezano con la pedanía de San Isidro asciende a unos 70.000 euros. "Los únicos que han cobrado con lo poco que nos han transferido han sido los trabajadores. A Endesa le debemos unos 15.000 euros y sé que si le abonamos unos 6.000 volvemos a tener luz pero desde Jerez no nos dan nada de lo que nos corresponde. Sólo nos queda cerrar", dice Ramos.
Este cierre 'patronal' no supondrá, en ambos casos, que los respectivos alcaldes se vayan a casa, ambos permanecerán en sus puestos a pesar de que, como dice Antonio Ramos, los trabajadores irán a sus domicilios "porque aquí no hacen nada". A este respecto, cabe señalar que el Ayuntamiento de San Isidro permanece sin suministro eléctrico desde el pasado 28 de diciembre.
Roque Valenzuela, alcalde de La Barca, ha destacado que "obviamente, el cierre no tendrá las mismas características que las que podría provocar la clausura de una empresa privada, pero pese a ello sí que podemos llevar a cabo una serie de acciones para reducir al máximo los gastos. En estos momentos, abrir las dependencias supone ir engrosando un débito que no sabemos cuándo vamos a pagar porque el Ayuntamiento matriz no nos ingresa ni un solo euro". El alcalde de La Barca destaca que "la situación es superdelicada, ya que no podemos cerrar los ojos ante las necesidades de tantas familias que tienen en el Ayuntamiento de La Barca su único ingreso". Se refiere Valenzuela a un grupo de siete eventuales que son llamados por el Ayuntamiento de La Barca para trabajar entre 15 y 20 días al mes y unirse de esta forma a los 20 empleados de plantilla. "El dinero que ganan aquí es el único ingreso que tienen", recuerda el alcalde barqueño, quien apunta que "aunque en este ayuntamiento tengamos muy poco, pese a todo intentamos repartir al máximo lo que haya. Eso ha sido así hasta ahora, pero el Ayuntamiento de Jerez no nos paga y ha provocado una situación en la que ni siquiera podemos contratarles".
El alcalde de La Barca destaca que su principal deseo es que "Pilar Sánchez (alcaldesa de Jerez) y Carmen Martínez (delegada municipal de Medio Rural) me den soluciones, algo que van a hacer ya sea por activa o por pasiva, a pesar de que ni siquiera me descuelguen el teléfono y de que el tesorero municipal esté de vacaciones. No pueden seguir haciendo oídos sordos a esta situación".
La deuda del Ayuntamiento de Jerez con La Barca asciende, según Roque Valenzuela, a unos 400.000 euros en la actualidad. El impago ha provocado, de un lado, que una póliza de préstamo haya vencido, que se le deban la última nómina y la paga extraordinaria a los trabajadores, así como que la eléctrica Endesa "ya esté amenazando de nuevo con cortarnos el suministro eléctrico", algo que ya ocurrió el año pasado, cuando en el consistorio barqueño llegó a trabajarse a la luz de las velas. ¿Cuánto se le debe a Endesa? La pregunta la responde Valenzuela con una evasiva: "Debemos... hasta de callarnos. Ahora mismo le pagamos lo mínimo para mantener el suministro con la esperanza de poder liquidar la deuda en el futuro y ponernos al día de una vez".
En el Ayuntamiento de San Isidro la situación es incluso peor. Si en La Barca las contrataciones han dejado de realizarse en San Isidro se insta a los vecinos a que hagan fotocopias en la reproductora más cercana, la cual se encuentra a diez kilómetros de distancia. La fotocopiadora dejó de funcionar el pasado 28 de diciembre, hace ya once días, una vez que Endesa cortó el suministro por impago continuado de las facturas. "Al principio -relata Antonio Ramos, alcalde de la localidad- parecía una especie de broma macabra que había coincidido para colmo con el Día de los Santos Inocentes. Ahora, una semana y media más tarde, esto ha dejado de tener gracia si es que alguna vez la tuvo".
Ramos apunta que "mantener en sus puestos de trabajo a los empleados municipales es una tortura", ya que deben permanecer en el Ayuntamiento mirando a las paredes sin faena alguna que realizar, tras hacer el trabajo que pueden hacer a mano. "Es por ello por lo que les voy a mandar a todos a sus casas el próximo martes ya que aquí no pueden hacer nada. Además, aquí los pobres no hacen otra cosa que helarse de frío. Yo, como alcalde me quedaré al frente, más que nada porque es mi deber y porque mis vecinos me votaron para eso, para estar al frente".
Lo peor de esta rocambolesca situación es que "parece que este terrible asunto no importa a nadie, las pedanías de Jerez no le importan nada al Ayuntamiento matriz y menos aún a la alcaldesa ni a la delegada de Medio Rural. Puedo asegurar que a estas alturas ya ni pido que se me pague la deuda, sino que descuelguen el teléfono y se busquen soluciones. Somos conscientes de que atravesamos malos momentos, pero muchas veces se solucionan problemas con interés y sin poner dinero alguno".
La situación en San Isidro es tal que el pasado 5 de enero la localidad pudo disfrutar de una Cabalgata de Reyes porque "el alcalde y los vecinos pusimos el dinero para que los niños no se quedaran sin ella, algo que a todos nos parecía muy triste que llegara a suceder". Sus críticas se centran en la delegada de Medio Rural, Carmen Martínez, "que acudió a a ver la Cabalgata y ni siquiera hizo por verme", destaca el alcalde de San Isidro quien añade que hasta el ágape de la inauguración del Hogar del Pensionista "salió de mi bolsillo y el del concejal de Fiestas". La deuda que mantiene el consistorio jerezano con la pedanía de San Isidro asciende a unos 70.000 euros. "Los únicos que han cobrado con lo poco que nos han transferido han sido los trabajadores. A Endesa le debemos unos 15.000 euros y sé que si le abonamos unos 6.000 volvemos a tener luz pero desde Jerez no nos dan nada de lo que nos corresponde. Sólo nos queda cerrar", dice Ramos.
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