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Los vehículos se quedaron parados en las pedanías de La Barca y Torrecera por un fallo derivado de la falta de combustible
«La cosa pinta muy mal». Así de claro fue ayer el presidente del comité de empresa de Linesur, Alejandro Gómez, respecto a la delicada situación que está viviendo la plantilla de la compañía encargada del servicio de transporte en las pedanías y barriadas rurales de
Jerez. Tal y como habían advertido hace unos días, los vehículos están acusando ya la falta de combustible y fueron dos los autobuses que en la mañana de ayer se quedaron parados en pleno servicio debido a una avería.
Al parecer, el fallo fue un problema en los filtros derivado de la escasa cantidad de gasoil que llevan en los tanques. «Esto le va a pasar a más de uno», lamentó el portavoz de los trabajadores. Así, los mecánicos tuvieron que trasladarse hasta las pedanías de La Barca y Torrecera -donde se quedaron parados- para traerlos de nuevo a las cocheras. Mientras tanto, los usuarios se desesperaban en las paradas ya que con este incidente se vieron interrumpidos los servicios mínimos.
Según Gómez, la huelga está repercutiendo en el mantenimiento de los autobuses que, además, acumulan ya muchas horas de trabajo encima. Los trabajadores insistieron ayer que respetarán 100% los servicios mínimos mientras puedan disponer de los autobuses necesarios en condiciones.
Sin cobrar
La huelga de la concesionaria del transporte rural continúa sin que haya muchas esperanzas en el horizonte. «La empresa nos dice que lo sienten mucho, que no pueden pagar porque el Ayuntamiento no les ha ingresado nada», contó Gómez. A día de hoy, la plantilla no ha cobrado las nóminas de noviembre y diciembre, además de la extra de Navidad. «Son entre 5.000 y 6.000 euros por empleado», detalló ayer el portavoz.
La acuciante falta de liquidez, como se apuntaba anteriormente, ha llegado también al suministro de combustible por lo que si la situación se prolonga en el tiempo los coches pueden acabar quedándose en el garaje. La plantilla tiene convocada para hoy una caravana de autobuses en la que apenas habrá dos vehículos dada esta circunstancia. Además, como apuntó Gómez, «se está barajando que sea el sindicato el que preste algo de dinero para poder echarles gasoil». La protesta, que tiene previsto partir a las diez de la mañana, pretende hacer visible el conflicto en la ciudad sin causar excesivas molestias a los jerezanos.
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